De todo un poco, material de descarte, reciclado, relleno sanitario, desaparecidos ocultos, torturadores descubiertos, vea, pase y revuelva.

sábado, 5 de enero de 2008

En recuerdo







HOMENAJE A ROBERTO LUZARDO

Queda la memoria

04.01.2008

iliares y amigos del militante tupamaro Roberto Luzardo, fallecido en 1973 en el Hospital Militar por omisión de asistencia, realizan este domingo un homenaje con motivo del 64 aniversario de su nacimiento. "El 'Nunca Más' para nosotros no existe", dijo a Montevideo Portal su hermana María Nilsa.
Roberto Luzardo nació el 3 de enero de 1944 en Durazno. Fue militante del MLN - Tupamaros y fue detenido por las Fuerzas Conjuntas en 1972, que dispararon contra él cuando se encontraba en el "Bar Asturias", dejándolo gravemente herido.

Con una bala alojada en su columna, que lo dejó parapléjico, Luzardo fue internado en el Hospital Militar. Durante su internación, le hicieron un careo con tres jóvenes, que fueron forzados a acusarlo de participar en el asesinato del coronel Artigas Alvarez en 1972.

Tras ese careo, Luzardo no recibió asistencia médica, muriendo tras diez meses de profunda agonía. Este año Roberto Luzardo cumpliría 64 años, y por ese motivo su familia decidió viajar a Durazno este domingo, para visitar su tumba en el cementerio de la ciudad y realizar un homenaje a su memoria. El homenaje comenzará a las 11 horas y la madre de Roberto leerá un texto en memoria del fallecido.

Montevideo Portal habló con María Nilsa, hermana de Luzardo, que destacó la "presencia permanente" de la figura de Roberto, a pesar de su muerte, la cual no ha sido aclarada aún.

"El último recuerdo que tengo de Roberto, yo estuve internada con él, es un recuerdo en el que él estaba parapléjico, movía las manos, hacía un esfuerzo impresionante por recuperarse, pero era sacado permanentemente por las acusaciones que tenía, y cuando lo entraban, sin collarete en las cervicales, perdía el conocimiento", afirmó.

María Nilsa recuerda a su hermano como un ser enérgico, que no estaba dispuesto a rendirse a pesar de su estado. "Cuando he soñado con él nunca lo sueño parapléjico, siempre lo sueño como la última vez que lo vi, que lo vi caminando", dijo.

Además, su hermana destacó que Roberto "nunca vaciló, más allá de la situación espantosa que estaba pasando, en entregar a nadie. Ése es un ejemplo de vida, que va a ser para siempre. El 'Nunca Más' para nosotros no existe, no es decir 'nunca más' y dar vuelta la página", concluyó.
Montevideo Portal

es.wordpress.com/tag/roberto-luzardo/



miércoles, 2 de enero de 2008

Articulo de Roger Rodriguez y nota de un militar "perseguido"


NOTICIAS: EL ASESINO DE SANTIAGO RODRÍGUEZ MUELA “GUARDAESPALDA” DE IVÁN PAULOS



Montevideo, 28/11/07 (La República).- El “Zapato” Mangini, que exhibió el arma en el juzgado, era uno de los miembros de la Juventud Uruguaya de Pie que entró al Liceo 8 el 11 de agosto de 1972 y asesinó al estudiante Santiago Rodríguez Muela.

El mayor (R) Enrique Mangini Usera fue el compañero del torturador Eduardo Ferro en la custodia del general Iván Paulos el pasado 30 de octubre. En el Ejército tuvo como instructor a Gilberto Vázquez y otros represores. Fue jefe de la base antártica y observador de la ONU en Sierra Leona. Pasó a retiro obligatorio por no ascender de grado. Tiene una onda de radioaficionado y escribe para varias web de ultraderecha. Se mantiene impune desde hace treinta y cinco años. "¡Qué cagada que tuve que gastar una bala en eso!", dijo sobre el asesinato del estudiante Santiago Rodríguez Muela.

(…) La figura del mayor retirado Enrique Mangini Usera había logrado notoriedad el pasado 30 de octubre cuando se mostró como guardaespaldas del general Iván Paulos, quien ese día debió declarar en el juzgado de Misiones 1469 por la causa de los traslados ilegales y desapariciones de 1978 que instruyen el juez penal de 19" Turno, Luis Charles, y la fiscal Mirtha Guianze.

Mangini era el gordito de bigotes y lentes oscuros, hasta entonces desconocido, que apareció arengando a un grupo de militares jubilados que se concentró junto al vallado desplegado en la calle Misiones, para solidarizarse con el veterano militar que por primera vez se había visto obligado a comparecer ante la Justicia uruguaya. El anónimo custodio parecía ese día un simple y voluntarioso agente de seguridad bajo las órdenes del coronel Eduardo Ferro (asesino del escribano Fernando Miranda), que había sido el encargado de la exagerada custodia al viejo general. Sin embargo, Mangini haría los méritos para desplazar al torturador y al propio Paulos de las portadas de los diarios del día siguiente.

Luego de abrir y cerrar las puertas de la camioneta negra que transportó a Paulos y de ordenar que dejaran espacio las cámaras de televisión, Mangini fue el primero en extender su mano derecha en saludo a los militares solidarios. Lo hizo lo suficientemente alto y recto como para mostrar en su cintura una aparatosa arma calzada en una funda "tupamara" de cuero marrón. "Los gorilas adelantaron ayer Halloween", tituló al día siguiente La República, cuyos fotógrafos captaron el detalle del arma de Mangini. Las imágenes evidenciaron el exhibicionismo, pero ninguna autoridad del Poder Ejecutivo ni del Poder Judicial reaccionó ante la presencia armada de un militar retirado dentro de un juzgado civil.

EL “ZAPATO” MANGINI
Enrique Mangini Usera nació en 1954, hijo de Enrique Mangini Rodríguez, funcionario municipal de necrópolis, y Raquel Usera, maestra, y prima del coronel Ramón Trabal Usera, asesinado en París en 1974. Casado con Irene Rodríguez (tres hijos), Mangini tiene una hermana, Raquel, con la que estuvo asociado al frente de un autoservice en Pocitos.

Militante de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP) en sus estudiantiles años en el Liceo Bauza, terminó por ingresar al Ejército en 1975, en el arma de Caballería. Egresó como alférez en 1979 y ascendió a teniente segundo en 1981, tiempo en el que estuvo asignado al Regimiento de Caballería Blindado N° 2, con asiento en Durazno. Con el grado de capitán, pasó al Regimiento "Blandengues de Artigas" de Caballería N° 1, bajo el mando de dos connotados miembros de la Logia Tenientes de Artigas: entre 1991 y 1992 el coronel Manuel Fernández (ascendido a general por el presidente Luis A. Lacalle) y de 1993 a 1994 el entonces coronel Gilberto "Pilín" Vázquez, hoy procesado por crímenes de lesa humanidad.

Custodio de presidentes desde el Fortín de la Avenida General Flores, el "Zapato" Mangini, como lo apodaron, fue cómplice de las historias y secretos que en el casino de oficiales narraban sus admirados mandos. En particular alentó entonces su nostalgia por el combate en aquellos años de represión, en los que llegó a participar sin estar uniformado. Sus sueños de guerra lo llevarían territorialmente lejos: entre 1997 y 1998 el presidente Julio María Sanguinetti le asignó con el grado de mayor (1982) el mando de la Base Antartica Artigas en la Isla Rey Jorge de las Shetland del Sur y luego, entre 2001 y 2002 fue designado observador militar para las Misiones de Paz de la ONU en Sierra Leona, África.

En sus andanzas por el exterior, habría adquirido su pasión como radioaficionado. Hoy maneja, desde su domicilio en la calle Bernardina Fructuoso de Rivera, la onda CX8BBA con la que ha llegado a integrar la directiva de la asociación Radio Grupo Sur y a través de la cual es parte de grupos de email y radioclubes a nivel internacional. Sin embargo, Mangini nunca se destacó por su estudio como militar, al punto que no lograría ascender del grado de mayor y debió pasar a retiro obligatorio el 1° de julio de 2002 "por alcanzar la edad máxima prevista para la permanencia en situación de actividad en su grado", según la Resolución del Ministerio de Defensa N" 49.772 del 28 de junio de 2002.

"ANTARKOS" Y SUS AMIGOS.
Simpático, conversador, capaz de dirigir batallas imaginarias al deglutir un plato de guiso, Mangini logró siempre la protección de sus mandos, que incluso llegaron a solicitar al presidente Jorge Batlle y el ministro Yamandú Fau una ampliación de su estadía en Sierra Leona, aún después de su obligatorio pase a retiro.

Sin guerras ni represiones, Mangini se apropió en su e-mail del seudónimo "Antarkos", con el qué se identifica a los mandos de la Base Antártica uruguaya de la cual fue decimocuarto comandante, y tras su retiro llegó incluso a dar charlas y mostrar diapositivas de los hielos y pingüinos del sur a escolares de la Escuela N° 51 República de Paraguay. Con los juicios a los militares que violaron los derechos humanos durante la dictadura militar, Mangini encontró un nuevo objetivo y se ha constituido en un "militante" en la defensa de los torturadores y criminales de lesa humanidad, incluso como corresponsal de páginas web anticastristas como la "New Cuba Coalition" o la ultranacionalista argentina "Verdad Memoria".

El pasado 15 de setiembre, Mangini fue a visitar a sus camaradas presos en la Unidad Penitenciaria N° 8 instalada en el Regimiento de Caballería N° 6 de la calle Domingo Arena y aportó una particular crónica de la experiencia que se publicó en la página "envozalta.net" , desde la que se maneja la defensa de los militares y policías procesados.

(…) En su crónica, Manigini narra el reencuentro con Luis Maurente, Jorge Silvera, Ricardo Arab, Ricardo Medina, Ernesto Soca y José Sande y agrega: "Y de repente... ¡¡¡Zapato!!!, siento a mis espaldas, y reconocí de inmediato la voz de mi instructor, de mi coronel, de aquel que mostró siempre su condición de soldado, en las malas como en las buenas, en el error y en el acierto de la lucha,... el abrazo, las palabras embargan la emoción... luego la charla, las experiencias, y como en toda reunión, en este caso visita, visita muy especial, muy emotiva por las condiciones y situación de la privación de libertad... las anécdotas, la experiencia de vida y de lucha, que son las que estamos tratando de difundir y hacer llegar a todos... al rato mi teniente coronel Gavazzo, que también había finalizado su labor de trabajo, la sonrisa de siempre, le entereza de su persona, anímicamente muy bien, a pesar de sus dolencias de salud, también la charla amena, pero no muy larga por la llegada de la familia y el lugar que habitualmente, nosotros, damos a la misma, el primer lugar como debe ser... continuamos con el coronel Vázquez, charlando de la situación del país, de las condiciones de vida, de la situación legal y jurídica, de los camaradas por Chile, que casualmente la noche anterior había tenido la oportunidad de hablar con uno de ellos, y por lo tanto tenía noticias fresquitas que recibió muy contento, también charlamos de su salud, de su enfermedad, poniendo de manifiesto la entereza de su espíritu por el lugar y la condición donde tiene que enfrentar esta situación", escribió.

EL SECRETO DE MANGINI
El pasado 30 de octubre no fue la primera vez que el hoy mayor retirado protagonizaba un episodio armado frente a un edificio de la administració n pública. Muchos años atrás, incluso antes de su ingreso a las fuerzas armadas, Enrique Mangini Usera había vivido otro incidente que sólo ha confesado a pocos de sus más íntimos y a algunos de sus admirados mandos. Mangini Usera fue uno de los militantes de la JUP que ingresó en la noche del 11 de agosto de 1972 al Liceo N° 8 donde fue asesinado por la espalda el estudiante Santiago Rodríguez Muela. "¡Qué cagada que tuve que gastar una bala en eso!", habría dicho alguna vez en una reunión familiar, algo excedido de copas.

Por aquellos días, Mangini compartía "aventuras" con Gustavo Adolfo Ifer, alias "El Mono", y Gary Balbuena, alias "El Capitán", quien tenía vínculos con la marina, entre otros personajes de la Juventud Uruguaya de Pie, organización que ya había llegado a grabar esvásticas en las piernas de jóvenes estudiantes que militaban en alguna organización de izquierda. Aquella noche, Mangini estaba junto a Corbo, Moreira, Lludgar, Osorio, De Vellis, Druillet, Monalli, Garín, Rosso y cuatro menores de edad. Ya se habían exhibido armados frente a la actual sede del Ministerio de Defensa Nacional sobre la avenida 8 de Octubre.

Fueron testigos los guardias del Club de la Fuerza Aérea y miembros de las fuerzas conjuntas que los vieron. De nada sirvió que intentara frenarlos el director de cursos nocturnos, profesor Martínez Gallardo. Los catorce entraron en patota al recinto estudiantil en el que se realizaba una asamblea de profesores, padres y estudiantes. Faltaban tres días para el aniversario del asesinato de Líber Arce. Regía el Estado de Guerra decretado por Jorge Pacheco Areco. A Santiago Rodríguez Muela le decían "el charla", tenía 22 años, era militante del Partido Comunista Revolucionario (PCR), trabajaba como obrero en la ANCAP, militaba sindicalmente, estaba casado y terminaba sus estudios en el liceo nocturno. Era un militante conocido por sus agresores que le dispararon por la espalda, antes de huir por los fondos hacia la calle Urquiza.

Los diarios de la época narran con lujo de detalles lo ocurrido. El doctor Milton Cairoli estuvo al frente de las actuaciones, una jueza de menores fue amenazada por el "Comando Pascasio Báez" al interrogar a los menores. Los testigos militares no comparecieron, amparados en la justicia militar. Los expedientes de Inteligencia policial constataron todo lo ocurrido. Enrique Mangini Usera se refugió luego en las Fuerzas Armadas. A treinta y cinco años de aquel homicidio aún se mantiene impune, aunque no por mucho tiempo. Familiares de Rodríguez Muela prevén reabrir el caso. Quizás entonces, el "Zapato" Mangini vuelva a concurrir al juzgado de la calle Misiones, sin armas y con las manos en la espalda.


Roger Rodríguez


Y ahora les paso una carta de ayuda que este dechado de virtudes que el señor Mangini ha mandado a un sitio Argentino donde - con todo derecho - defienden a los uniformados de todos los paises de la época dura contra el actual "acoso" a que son sometidos.


Tabaré, ¿y los proclamados DDHH?


También recibido desde "el otro lado del charco": "Asi llegó uno de nuestros prisioneros de guerra al Hospital Militar en Montevideo, Uruguay, asi llegó mi Tte Cnel (R) Jose Nino Gavazzo (nota al pié) a atenderse, y asi fue hospitalizado, las fotos hablan por la situacion. Por favor a mis camaradas extranjeros que reciben a diario mi correspondencia, solicito maxima difusion a nivel internacional, carlos, jorge, alejandro, yuri, y por supuesto a los medios de prensa, todos, digitales o no, nacionales o extranjeros. MAY (R) Enrique Mangini Usera
antarkos@gmail.com

(nota: en esta parte aparecen unas fotos de un paciente en una cama que parece de hospital con un brazo y una pierna esposados a la cama. No se puede dar fé de la autenticidad de estas fotos, pero si quieren verlas pueden entrar en el link que se coloca más abajo.)

La página en cuestion esta en http://verdadmemoria.tripod.com/index.html

los a favor de los uniformados de la época y sus acciones estarán muy conformes con ella, la gente de izquierda no creo que sea muy feliz leyendola, pero de todo hay en reino del Señor.


Saludos amigos

Senén